Presentación del libro "Maldigo el paraíso de tu abandono" de la poeta Margarita Bustos

MALDIGO EL PARAÍSO DE TU ABANDONO                                                    

















I

Antes que Sergio Terán me invitara, con “especiales” argumentos, a realizar la presentación del libro de Margarita, se me reveló la poesía en uno de esos inusuales sueños que dejan la mente macerando en un mar de interrogantes. Era la poesía personificada, corpórea, sensual… era esa novia de quince años que, después de tanto amar, también me dejó sumido en un paraíso de abandono.

Tras analizar esta suerte de premonición -metáfora onírica- y desempolvar la cinta cinematográfica de los recuerdos, he llegado a lo que es hoy la presentación de este primer poemario de Margarita Bustos, cuyas páginas defiendo, promuevo y hago propias, porque cada poema contenido en ellas despliega emociones que tocan la fibra más sensible del alma humana.

Pero… ¿A quién no le ha sucedido el manifiesto del amor?, ¿A quién no le procuraron una llaga de amor profundo?

…MALDIGO EL PARAÍSO DE TU ABANDONO…





II

Margarita Bustos (Cauquenes, 1980) viene a nacer al mundo literario bajo el alero sinuoso de Valparaíso, ciudad portuaria que alimentó su insomne apetito cultural, su imaginario poético… Desde allí ha venido comulgando con las palabras en una suerte de peregrinaje lírico; estableciendo sus talleres y materiales que ha sabido amasijar gracias a su condición de poeta y profesora de Lengua Castellana.

Esta inusual sucesión de poemas desprovistos de un nombre que los enuncie y que nos entrega sin pudor, parecieran dar cuenta de un ir y venir entre la realidad y el sueño, algo así como un diario en el que expone sus reflexiones y, sin pretender abusar de retórica, porque su gramática es directa, nos conmueve y nos lleva a deambular por ese paraíso que promete, por esos silencios adyacentes, encantándonos con la palabra escrita.

Desde la semántica de sus versos se le oye vociferar con una connotación profunda: imágenes recurrentes que se le desgajan al alma, emociones que se confunden en el vaivén de la espera.

“No pensé…
para que no vinieras,
para que tu rostro se dibuje en la mentira
y para que el miedo que me roe
se descascare con el tiempo”.

¿Será posible el olvido cuando todo aquello que se nos representa ante los sentidos viene sobrecargado con electrones persistentes de pasión, deseo y belleza subliminal?

“Degústame con la extravagancia de la desnudez sublime,
contagia de ímpetu
mi oración a tu cuerpo
con la urgencia devota de los placeres”.

Y después del intento… ¿Qué otra ruta nos queda por recorrer si el desamor nos ha arrebatado hasta la esencia… nos ha cegado frente a la posibilidad de otros horizontes?

“Despojaste de significado todo territorio
ya no hay sendas ni constelaciones,
solo la finitud y esta diáspora huida que no llega”.

Miedos… ¿Cuál será el mayor de todos?, ¿El dolor de plumas rompiendo la piel para alzar el vuelo o el temor de no volver a caer de las alturas del cielo?






III

Darnos la oportunidad de conocer este cosmos fragmentado que nos plantea Margarita Bustos, trae consigo las aristas que nos mantienen al borde del desasosiego, puesto que es imposible no dejarse cautivar y sumergirse en la trama de sus versos o pretender darle aliento y cobija al hablante lírico en sus momentos de abandono.

Reconocemos a una poeta que asume y se empodera del canto para decir a viva voz lo que siente en la dura y eterna espera del que no vino, del que no viene, del que no vendrá.

Ese es el paraíso de versos al que nos invita a recorrer o levitar.
Por mi parte, me postergo ante ellos y los veo pasar tornados de azul como el mar infinito de las palabras.



                                      
Cristian Toro Meléndez

                        Pichilemu, 13 de Diciembre de 2013.- 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario